El pais de las maravillas en apuros

Habían pasado ya varios meses desde que aquella muchacha estuvo en el pais,sin embargo aún se notaban los efectos de su visita.Si bien aquella niña era inocente de lo que allí estaba ocurriendo,también era la responsable de ello,ya que no vino sola a dicho mundo.Ocultos sin que nadie pudiera verlos con ella vinieron otros individuos,unos a los que en nuestro mundo todos combatimos pero que aqui jamas había habido,por supuesto me refiero a los seres más letales que ahora conocemos,los virus.Así sucedio,los agentes del diablo se propagaron libres por el mundo,sin ataduras.Un mundo que no conocía las enfermedades,un mundo sin defensas.Las bajas pronto empezaron y se propagaron más rápido que la medicina podía desarrollarse.Libres de cualquier exterminio pronto mutaron,crecieron en inteligencia hasta que hubo un momento en el que ya no había vuelta atras,un solo virus era capaz de controlar un cuerpo.Dejarlo inerte y a voluntad de su portador,entonces dejaron de propagarse por el aire,para propagarse atraves de los mordicos y arañazos,así como empezaron a comer sangre y carne.De manos de una inocente chica se había formado tan inmenso caos,los zombies habían llegado.

La guerra y la muerte pronto se combirtieron en cosas demasiado habituales,ejercitos enteros luchaban a diario,los heridos eran sacrificados,pero la reina empezaba a tener miedo,los soldados no eran ilimitados pero aquellos seres parecían que sí.El Sombrerero estaba muy apenado,aquel era su hogar,su maravilloso hogar pero ahora estaba siendo atacado,masacrado.Donde antes había alegria ahora había muerte,donde antes brillaba el sol ahora oscuras nubes tapaban el horizonte.No le quedó más remedio entonces que crear algo que pudiese ayudar a su gente,pero igual que sucedió con Alicia,sus mejores deseos fueron transformados en las peores pesadillas.Ultilizando los conocimientos que la reina le puso a su disposición creó una maquina capaz de acabar con el virus;sin embargo cometió un grave error,ordenó al robot eliminar todo ser que tuviese virus,como era logico todo los seres tenían virus en menor o mayor medida,sin que estos les afectasen o siendo afectados pero todo ser viviente contenía.Por lo tanto aquello supuso el segundo gran problema del pais,la reina desterró al sombrerero del pais,ya que su muerte abría supuesto la alimentación de esos inmundos seres y ella los odiaba con todas sus fuerzas.

Habían pasado 5 meses desde que apareció el primer infectado,la guerra era muy ardua y no había tiempo para el descanso,en el castillo la reina se impacientaba.
-¿Ha vuelto ya el conejo blanco?-Esta pregunta era muy habitual en la reina,cada media hora preguntaba lo mismo
-Mi reina,vos sabeis que si hubiera vuelto ya le habriamos echo pasar-Era uno de sus siervos,Colmes,pocos no conocían su nombre y era respetado en el lugar,por sus hazañas en el campo de batalla contra las bestias.Ultimamente su amistad con la reina había aumentado considerablemente,todos pensaban que estaba detras del trono y le trataban con recelo
-¡Maldita sea,no podemos seguir esperando,mientras ese conejo llega mi ejercito se muere,además esta ese robot loco,a veces ayuda y a veces ataca a inocentes!..Necesitamos una solución y rápido-Esa era casi siempre la respuesta de la reina,severa y contundente,pobre de el que se atreviera a contradecir esas palabras

-Magestad no se impaciente pronto llegará,pronto...-Sin más se despidió de la soberana y salió por una puerta trasera,dirigiendose a una sala bastante antigua.Dentro,se aseguro de que no había nadie y movió un sillón,debajo de este había una trampilla.La levantó y bajo por las escaleras,en el fondo había un laboratorio,allí una especie de cientifico revisaba unos resultados
-¿Hay avances?-Colmes parecía ansioso
-El virus se niega a ceder y obedecernos,aún no es manipulable
-Pues date prisa maldito chiflado,necesito ese virus y rápido...por cierto ¿te acuerdas de esos primeros especimenes?
-Para qué los quieres Colmes
-Deben encargarse de que cierta persona no llegue nunca al castillo

Lejos de allí,en los limites del reino estaba habiendo una conversación bastante extraña
-Te necesitamos,vuelve-El conejo parecía desesperado,miraba todo el rato a su reloj
-¿Para qué?,la reina me desterró una vez,no valgo para esto-Parecía imposible que uno de los seres más locos y animados que había tenido el lugar ahora fuese así,el sombrerero parecía perdido
-Mira no he cruzado cientos de kilometros infectados de esos seres para que ahora me digas que no,el reino te necesita,tú tienes la llave para que todo vuelva a la normalidad,para que si alguna vez aquella muchacha vuelve vea todo tal como lo dejo,por favor-El conejo había dado en un punto debil y el otro personaje parecía debatirse
-Esta bien pero que conste que lo hago por ella no por vosotros-El conejo lo había conseguido y se pusieron rápiudo en marcha.Caminaron durante horas sin descanso.Por donde pasaba la desolación les perseguía,y no era lo unico.Decenas de infectados que crecían en número estaban detras de ellos,llegó un punto en el que eran una gran masa

-¿Qué hacemos ahora?-Murmuraba el hombre al animal
-Si estuviese solo podría despistarlos con mis saltos y mi velocidad pero estando contigo no lo se-De repente uno de ellos empezó a correr hacia ellos y como un acto reflejo el resto le siguió.Los dos personajes también empezaron a correr,en lo que podríamos describir como una de las escenas más terrorificas que habían vivido.Corrían y corrían pero eran dificiles de dejar atras,no había salida,era el fin;pero como siempre se dice es en los momentos dificiles donde realmente ocurren los milagros y así fue,a lo lejos en medio de una nube de polvo,cientos de soldados avanzaban directo hacia los zombies,era una tropa de exterminio y cuando las dos masas se encontraron empezó una encarnizada lucha.Desagradables escenas no aptas para el estomago de todos ocurrían a miseros centimetros de ellos.Aprobechando la confusión empezaron a correr alejandose del combate y de los infectados,sin embargo uno muy persistente seguía sus pasos,no había más remedio que acabar con él o despistarlo.Obtaron por lo segundo y se metieron en el bosque.Un bosque que en antaño era hogar de criaturas fantasticas,ahora muerto y hogar de temores no era un sitio en el que alguien quisiera meterse pero era eso o el zombie.Caminaron más y más por aquella horrible zona hasta que consiguieron dar esquinazo al indeseable.Aprovecharon entonces para hacer un descanso

-¿Entiendes ahora por qué te necesitamos?-El conejo respiraba intermitentemente,pero su compañero parecía ausente
-¿Te acuerdas de los buenos tiempos?Esos en los que tomaba el té y no me preocupaba de nada,tiempos de locura y alegria,que lejanos me parecen ahora
-Tú por lo menos te lo pasabas bien,yo era esclavo de la reina,aunque aun hoy me tormenta el echo de que todo esto quizás seá culpa mia,si no me hubiera dejado seguir...esto nunca hubiera pasado-Lagrimas caían de los ojos del atormentado animal,que realmente sufría y añoraba los buenos tiempos,todo tenía que acabar.

Los siguientes días pasaron sin casi ningún percance,los 2 compañeros avanzaron por el bosque para evitar a los indeseables pero un peligro mayor estaba a punto de llegar.
-Maldita seá ¿este bosque nunca se acaba o qué?-El sombrerero estaba cansado
-Ya debemos estar cerca-De pronto su compañero se detuvo en seco
-Yo conozco este sitio-Dijo mirando fijamente a un árbol y de repente echo a correr ,seguido del conejo que apenas podía mantener su ritmo y lo vio,la mesa donde hacia tiempo habían estado tomando el té,ahora llena de raices y desesperación,aún en la mesa estaba el viejo reloj del conejo,lleno de polvo
-Estamos cerca...muy cerca-El lugar le creaba una terrible nostalgia al sombrerero pero el conejo parecía impasible,miraba el reloj todo el rato.El sombrero se apoyó sobre la mesa y pudo escuchar un gruñido,estrañado se tumbó sobre esta y el gruñido se hizo mucho más intenso.Con un rápido acto reflejo se levantó de la mesa justo a tiempo de esquivar a la criatura que la golpeaba desde abajo,partendola y saliendo por la rotura.No estaba solo dos compañeros más estaban junto al él.
-¿Qué son?-Preguntaba atemorizado el conejo,aquellos estrañas criaturas nunca vistas en aquel maravilloso reino se acercaban lentamente mientras emitián una serie de gruñidos,a su vez los dos asustados personajes retrocedián casi al unisolo.Fue entonces cuaNdo uno de ellos se avalanzo sobre el conejo que empezó a correr presa del panico,corrió como nunca lo había echo dejando atrás y solo al sombrerero.Para él no había esperanza no podía correr como el conejo y no era lo suficientemente fuerte como para vencer a aquellos seres.Se quedó inmovil y cerró los ojos esperando su muerte;sin embargo escuchó un extraño sonido metalico y abrió un ojo.Delante de él había aparecido su creación,quien sabe si fruto de la casualidad o por el echo de ser su creador,fuera como fuese el robot comenzó una sangrienta batalla contra las bestias y su creador aprovecho para correr alejarse lo más rápido posible de aquel lugar y rezar por que el ganador de la contienda no fuese a por él después de la misma.Pasadas ya varias horas el sombrerero se encontraba esausto,perdido y solo en aquel horrendo bosque,pero debía continuar ya que él era el portador de la esperanza,el ultimo hito de luz del reino la unica forma de acabar con todo aquello;aunque todavia se preguntaba de dónde habían salido esas criaturas y a su vez tenía la sensación de que en el castillo hayaría la respuesta.