¡¡Creemos una historia!!

La luz del atardecer cubría todo aquello que él podía ver,sentado sobre una roca meditaba sobre todo lo ocurrido aquel dia,¿qué debía hacer?,era una pregunta con dificil solución dado que cualquiera de las dos opciones que eligiera tendrían consencuencias nefastas.En ese momento pasó por encima de su hombro una mariposa,sus rayas azules y verdes brillaban intensamente al ser bañadas por la luz del atarder.Por un momento el chico deseó ser esa mariposa,deseó poder volar,deseó alejarse de todo aquello vatiendo sus preciosas alas;pero aquello no era posible,no podía huir de sus destino y sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse a la dura realidad.Contempló unos segundos más el horizonte con sus grandes ojos de color marrón oscuro y se dispusó a volver a casa.No tardó mucho en divisar la ciudad y entró en esta cuando ya anochecía.Por las calles de la ciudad no había nadie,ni tan siquiera los murcielagos parecían querer salir a cazar insectos aquella noche.Aunque tampoco el esperaba ver a nadie,las ordenes dadas por lo mensajeros hacia solo una semana heran claras:
``Todo aquel que quiera permanecer vivo o alejado de la contienda que abandone la ciudad inmediatamente,aquellos que de aqui a dos semanas no hayan obedecidos dichas ordenes serán considerados como delicuentes y tratados como tales´´

Ante esto,los apacibles ciudadanos se vieron obligados a huir.Lo cierto es que eran faciles de manipular,todo aquello que el gobierno quisiera que hicieran ellos lo hacian sin rechistar y aquellos que no lo hacían acababan muertos.Eran como un hormiguero dentro de una urna.El gobierno les miraba y decidía si darles de comer o no y aquellas ``hormigas´´ que se escapaban acababan pisadas¿quién desearía ser considerado un enemigo de tan poderoso gobierno?Al día siguiente de venir los mensajeros se produjó un impresionante exodo de todo los habitantes,a excepción de los 40 o 50 maleantes de siempre que les daba igual quedarse o irse.

Él no huyó,tampoco era un maleante,¿entonces por qué se había quedado?Ni tan siquiera él lo sabía,lo unico que sabía es que no quería irse de aquel lugar sin saber por qué

No tenía otra excusa que un sentimiento desconocido para él que lo atase a la ciudad desértica que recorría calle tras calle sin destino alguno, sin prisa, sin pausa, y sin ni siquiera algún dato con el que empezar a razonar e investigar.
No sabía que hacer, hasta que posó la mirada en una casa, nada particular ni mucho menos singular, pero podía observar cómo emanaba la tenue luz de algún aparato de una de sus ventanas. Ni siquiera se detuvo un instante a pensar si acceder o no, pues cuando se percató, ya tenía un pie dentro y una navaja al cuello, cuya dueña sólo era una niña que trataba de proteger lo que queda de su sombrío hogar, mas no se inmutó por semejante acción, tristemente tampoco lo hizo al ver los cuerpos inertes tumbados por el pasillo de los cuales pudo sospechar que fueran familiares de la valiente jovenzuela, aún reacia por su inesperada llegada.
Parecía haber pasado un ángel entre los dos... El silencio conserva con su intento fallido de intensificar el misterio el ambiente incómodo que rodeaba el filo de la oxidada hoja, que persistía en contacto en su extremo poco fiable con el inferior de su barbilla aún virgen de lesión alguna. Sutilmente firme la mano de infantil compañia, poseedora de un pulso como para robar panderos, su mirada era de odio y repudio en su estado más puro, mas cambia drásticamente al notar como las manos de él prefieren lentamente agarrar la suya, aún amenazante, y sin mediar palabra, obliga a acercar su arma blanca al cuello, tal que hasta se corta adrede, penetrando levemente en su interior. Ante un estado de sorpresa y miedo, a ella no se le ocurre mejor idea que soltar lo que hasta ahora le otorgó la confianza para hacer frente a quien pudiera imaginarse de forma brusca, acto reflejo de su sorpresa y pánico, que no pudieron evitar obligar que sus ojos se empañen de lágrimas ante tan aterradora sensación.